sábado, 27 de septiembre de 2008

domingo, 21 de septiembre de 2008

No hay mal que por bien no venga

Ciertamente esta sentencia adquiere toda su plenitud semántica y pragmática después de una semana de hacinamiento caseril por culpa de un desafortunado accidente bicingero. Si bien el aspecto de mi rodilla izquierda recuerda vagamente al volumen de un melón francés, incluso después de extraerme medio vaso de líquido solterón (científicamente sinovial, a huevo para el chiste malo marca de la casa), no puedo decir que las consecuencias para mi particular registro audiovisual sean igual de desastrosas, aunque sí para el balance económico de mi cartilla de ahorros, pues por culpa del innato perrerismo que me acompaña he dicho adiós a una importante suma de money (ábrase en nueva ventana/pestaña para degustación sonora).

En libros: Finalizado "El arte de ensoñar", de Carlos Castaneda. Último libro que publicó, donde se relatan las técnicas del indio yaqui Don Juan para acceder a distintos mundos y niveles de percepción a través del manejo de los sueños. Tremendamente recomendado para mentes capaces de dejar atrás la racionalidad de la vida cotidianda y abrir las compuertas de lo extrasensorial. En proceso "Las voces del desierto", de Marlo Morgan. Descripción autobiográfica del viaje que la autora efectuó por el inhóspito desierto australiano, Outback, en compañía de una de las pocas tribus aborígenes que quedan. Se detalla el modus vivendi de dicha tribu, y de momento no pinta nada mal. En lista de espera "El maestro y Margarita", por Mijaíl Bulgákov. Según se dice, obra maestra de la literatura mística rusa del siglo XX.

En música: Degustación hasta la saciedad del enorme "Still Life" de Opeth, uno de los mejores álbumes de los suecos, con ese pedazo de tema acústico titulado Benighted (ciérrese el tema de Pink Floyd y sustitúyase por éste). Hastío orgásmico de la mano del mejor compositor de bandas sonoras para cine Hans Zimmerman y la música de Batman 2: A Dark Knight. Por si fuera poco, embriagamiento audiovisual con una orquesta sinfónica italiana interpretando la Sinfonía nº 4 de Antonín Dvorak, cuyo cuarto movimiento sigue poniéndome los pelos como escarpias y el miembro de cemento armado.

En películas: Reencuentro con el genio Stanley Kubrick y su "Chaqueta Metálica", digna de ser considerada uno de los mejores retratos del horror de la guerra junto con su no menos apoteósica "Apocalypse Now". Descubrimiento de la ópera prima de Christopher Nolan "Memento", una de esas obras que no deja indiferente a nadie por su trama, ritmo y peculiar composición. Siguiendo con grandes pelis "Barfly", o "El borracho", apadrinada de Coppola y con guión de Charles Bukowski, basada en el personaje-alter ego del mismo Henry Chinaski, todo un antihéroe con grandes dosis de filosofía de bareto y humor del burro. Para acabar, defecación estelar con el último bodrio de estreno "Wanted". Lo único que vale la pena es Angelina Jolie como sus padres la trajeron al mundo y una buena dosis de efectos especiales.

Y para acabar, series: Por increíble que parezca, increíble empacho de la adictiva "Lost" en tiempo récord (4 temporadas en una semana) y primer capítulo de la quinta temporada de "House", eso sí, en una dificilísima de seguir versión original subtitulada con el culo.

No puedo decir que haya malgastado el tiempo, más bien lo he desperdiciado. Pero ha valido la pena.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Te crees moderno/a por tener un iPod?

Si la respuesta es sí, e incluso si no tienes iPod de los cojones, como el menda, igual te interesa saber que tiene más años que el cagar sentado. Bueno, quizá exagero, pero lo cierto es que ni Steve jobs ni Apple han inventado nada nuevo.

Un tipo que pasará a la historia por ser un poco pringado es Kane Kramer. Este buen hombre se dedicó a inventar cosas que luego ni podía pagar para patentarlas. Es el caso del primer antepasado del popular iPod, llamado IXI: ideado en 1979 y con una capacidad hipotética de almacenamiento de 3 minutos y medio de música. Igual suficiente para Napalm Death o Nasum, pero en aquellos años los chips no daban para más. Tal y como leemos en Baquía.com (no os engaño, la fuente de esta entrada): Kramer tuvo su idea en suspenso durante varios años, pero en 1988 se vio incapaz de reunir las 60.000 libras necesarias para renovar la patente en 120 países, por lo que ésta pasó a ser de libre disposición.

Claro, llega Mr. Jobs, coge la idea y se forra. Y para más inri, al pobre Kramer lo único que le dan es un mísero iPod, que se le jodió en ocho meses. Vamos, que ni trasto, ni pasta.

¿Lo véis, niños y niñas? Las patentes son maaaalas...para el que no puede pagarlas, claro.

viernes, 5 de septiembre de 2008

De tunos y atunes

Bien, dado que mi inspiración para rellenar este desaprovechado espacio sigue de vacaciones en Vayausteasaber de Arriba, reproduzco a continuación un texto que escribí el 9 de abril de 2007 para el fofolog más chungo del 02, /mosketers02. Dicha repesca se ve motivada por el comienzo oficial de la temporada de jueves en el Cyrano, feudo de tunos y hogar del beber barato. Espero que el personal de la tasca en cuestión no visite estos parajes internáuticos o me tendré que buscar otro sitio para tajarme por poco dinero.

Lo dicho, ahí va:

La actualización didáctica de hoy ha sido motivada por el encuentro el pasado viernes día 30 de marzo de 2007, a la salida del tugurio ya comentado llamado "Tubo", con unos pintorescos jóvenes (o no tan jóvenes) pertenecientes a la Tuna de la Facultad de Derecho de una universidad cuyo nombre no recuerdo, posiblemente UB o UPC. Los susodichos elementos, ataviados con sus hilarantes ropajes, entablaron una estúpida conversación con el grupo de borrachos/as que en dicho día nos reunimos, conversación de la que no recuerdo un carajo por lo jodidamente tocado que iba, pero que destacó por la obsesión que los especímenes tuneros de mojar sin contemplaciones con nuestras hembras.

Al parecer, la quemazón hormonal de los miembros (siempre masculinos) de cualquier tipo de tuna es requisito sine qua non para ingresar en un grupo terrorista como éste. Su modus operandi es sencillo: se reúnen para cantar folclóricas tonadillas que tratan de claveles y mozas bajo el balcón de la presa en cuestión, con la esperanza de que la indefensa fémina caiga en sus zarpas. Sus instrumentos de tortura favoritos son las guitarras españolas, las bandurrias y las panderetas. Su uniforme se basa en prendas medievales como capas y pantalones bombacho, preferiblemente de color negro, adornados con lazos rojos, azules o violetas, y multitud de parches y estampitas de temática religiosa.

Las agrupaciones tuneras se desarrollan entre miembros de una determinada facultad, práctica que afortunadamente no ha llegado aún a la nuestra. Recuerdo un sábado de madrugada, en el andén de Maragall, una escena algo curiosa: dos punkies metiéndole una paliza a un tuno. No digo que lo apoye, pero me hizo gracia.

En fin, sirva esta magnífica canción de los maestros Mamá Ladilla para acabar de ilustrar el reportaje que hoy nos ocupa:

MAMÁ LADILLA - BLANDURRIAS

Esto es más que un simple acoso,
sufren menos en Kosovo.
Hace un día tan hermoso
y llegan estos algarrobos
con sus pintas medievales,
fustigando a sus pardillos,
cantando nanas letales
de los tiempos del caudillo.

Proliferan como hongos
y no cejan en su empeño.
Se podrían ir al Congo,
aunque pobres congoleños!

Estos Batman implacables
salen de sus agujeros
a cantar unos cantables
de bajísimo rasero
y temática gualtrapa
sobre flores o balcones
o la cinta de su capa.
Ten a mano unos tapones!

En etapas pleistocenas
ya debían ser horteras.
Ahora, ya no dan ni pena:
como mucho cagalera.

Con sus cuellos de Cervantes
y sus medias de ciclista,
como intrépidos mutantes
espantando a los turistas.
Han pasao tarareando
más disfrazados que el Pipi.
No sé ya si estoy soñando
o es que me ha subido el tripi.

En estado lamentable
han dejado a la mocita.
Ahora vaga miserable,
ve una bandurria y vomita.



En fin, queridos y queridas, contra la caspa, H&S. Y andad con cuidado, pues hay ciertos días del año en que todos los tunos de nuestra ciudad se juntan en zonas céntricas: yo mismo me ví rodeado y obligado a huír en pleno Portal de l' Àngel.

Siempre a vuestros pies,

D' Artagnan.

PD: Repárese en que el vocablo "tuna" en inglés significa atún, el consumo del cual debería ser vetado por las malditas Autoridades Sanitarias. ¿Coincidencia?